“Todos buscamos el reconocimiento en forma de amor social. Eres un afortunado o un visionario de tu propia naturaleza cuando descubres que la mayoría -por no decir todos- tus actos van encaminados a venderte de forma atractiva a los demás, resultar 'elegido' y obtener del mundo ese ansiado amor.
Las redes sociales no son un mundo aparte, seguimos siendo los mismos de siempre, aunque ahora hiperconectados. Nunca un 'hoy como en un vegetariano' fue tan intencionado. Estamos vendiendo lo que somos para que alguien nos compre y nos quiera.
Descubrimos pues que nos pasamos el día vendiendo y comprando información, contenido, entretenimiento... el intercambio nos renueva, evita que nos estanquemos y si sabemos elegir bien en qué mercado nos movemos, a quién vendemos y de quien compramos, esta experiencia puede ser de lo más maravillosa.”
Laila Orpella
Editora de Social Media
Aceptémoslo: la actitud de vender ya no vende. Ahora nunca debes pedir que te compren hasta lograr que te quieran y te acepten en el círculo de conversación social al que has aportado durante el tiempo suficiente: identidad, conversación, información y/o entretenimiento.
Alguien dijo que el amor no es mirarse el uno al otro sino mirar ambos hacia el mismo sitio... y de eso se trata, de buscar un punto de encuentro de intereses entre tu público y tu marca. Para encontrar este punto “We” (Nosotros) es necesario aprender a escuchar y a ser generoso. Si sustituyes la actitud de vender por la de compartir y conversar, te acabarán comprando tarde o temprano.
Si os han gustado estas reflexiones, no dejeis de leer a Joan Jiménez, en este libro electrónico (que podeis descargar en PDF). Nos expone una serie de consejos, de forma muy visual, para definir nuestra "marca" personal y aprender a "vender" en un mundo "entrelazado" socialmente gracias a Internet.
"No me compres": 40 claves para vender tu marca |
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